sábado, 18 de septiembre de 2010

CELSO PIÑA "MEX"



Es imposible no hablar de Celso Piña sin emocionarse. La música de este señor avecindado en el Cerro de la Campana en Monterrey, Nuevo León, hace bailar hasta a los muertos. Han sido 25 años de historia desde el lanzamiento del ya legendario disco “Ronda Bogotá”, hasta lograr hace poco tiempo que el mismísimo Gabriel García Márquez baile uno de los vallenatos del llamado Rebelde del Acordeón.

Celso Piña se ha convertido en un fenómeno de masas, y su música en un objeto de culto. Su cumbia ha contagiado cual plaga, sin distinguir sexo o condición social. Y da gusto saber que no hay vacuna... Los medios se han ocupado de él con fervor, y los líderes de opinión, como Carlos Monsivais han emitido veredictos implacables que ya son marca registrada: “Celso Piña es un fenómeno social, como bien afirman, y un fenómeno musical, como bien se oye”.

Y es que en cuanto Celso y su potentísima Ronda Bogotá arremeten con un tema, la tierra se estremece, y el público entra en un trance que no parará hasta que el también apodado “Embajador del Cerro de la Campana” abandone el escenario.

Celso Piña es un fenómeno de espacio y tiempo, y casi sin querer, es lo que podríamos llamar un “moderno”. A ritmo de cumbia y vallenato como naves insignia, ha tenido la habilidad para retozar con monstruos del pop, del rock, el rap, la balada, la ranchera y el popular “sonidero".

De alguna forma se puede decir que puso en valor a la tan popular cumbia y el cadencioso vallenato, y que tendió puentes entre una diversidad de géneros.

Prueba de ello son los estupendos discos “Barrio Bravo” (2001) y “Una Visión” (2003) en los que Celso Piña y su Ronda Bogotá alternan y son homenajeados por los integrantes de bandas tan importantes como Café Tacuba, El Gran Silencio, Control Machete, Bacilos, Eder, y los íconos de la música popular norteña José Guadalupe Esparza (cantante de Bronco) y Los Humildes, sólo por citar algunos de ellos. En “ Mundo Colombia” (2002), un exquisito ejemplo de su música y su propuesta estética, lo acompañaron Julieta Venegas (otra rebelde del acordeón) y el legendario Flaco Jiménez, rey del Tex Mex.

Muy recomendable asimismo resulta su más reciente trabajo “El Canto de un rebelde para un Rebelde”, disco que se suma a los incontables homenajes a Ernesto “Che” Guevara, con una selección de temas muy clásicos como “039”, la cumbia histórica de Alejo Durán y la legendaria “Hasta Siempre Comandante” de Carlos Puebla.

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